En el Pacto para el Futuro de 2024, los Estados miembros pidieron al Secretario General "que proporcione un análisis sobre el impacto del aumento global del gasto militar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible". El informe La seguridad que necesitamos: Reequilibrar el gasto militar para un futuro sostenible y pacífico se publicó en septiembre de 2025 y se puso de relieve en una conferencia de prensa con el Secretario General, así como en dos actos paralelos a la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General: una entrevista entre la Alta Representante y el Administrador en funciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en la SDG Media Zone y un debate en el Salón de los Objetivos.
Para dar a conocer las conclusiones del informe en Viena, la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA) en Viena, en colaboración con el Centro Ban Ki-moon para los Ciudadanos del Mundo, organizó un acto de la Serie de Conversaciones de Viena para presentar las conclusiones y recomendaciones del estudio a la comunidad vienesa.
El debate puso de relieve la urgencia de encontrar un enfoque más equilibrado en lo que respecta a la distribución de la financiación entre el gasto militar y las inversiones que promueven un enfoque holístico de la seguridad humana.
El acto fue inaugurado por la Sra. Rebecca Jovin, Jefa de la Oficina de la UNODA en Viena, que presentó las principales conclusiones del informe del Secretario General. Señaló que el gasto militar mundial alcanzó los 2,7 billones de dólares en 2024 y podría aumentar hasta los 6,6 billones en 2035. En total, los Estados gastaron casi 22 billones de dólares en el ámbito militar en la última década, con el telón de fondo de un déficit de 4 billones de dólares en la financiación del desarrollo. Para ilustrar los costes de oportunidad y las ventajas y desventajas de las opciones actuales, presentó ejemplos del informe en los déficits de financiación para satisfacer las necesidades clave de desarrollo - como destacar que sólo una fracción de estos gastos, entre 2,3 y 2,8 billones de dólares, bastaría para eliminar la pobreza extrema en todo el mundo. Aunque el informe reconoce que el gasto militar forma parte de las necesidades de seguridad de los Estados, señala que dicho gasto también puede tener repercusiones negativas en la seguridad, exacerbando las tensiones, alimentando las carreras armamentísticas y aumentando el riesgo de conflicto. Por ello, subraya la necesidad de un equilibrio, instando a los gobiernos a buscar enfoques holísticos que den prioridad a la inversión en diplomacia, creación de confianza y desarrollo sostenible.

A través de una mesa redonda moderada, dirigida por la Directora General del Centro Ban Ki-moon , Sra. Monika Froehler, se invitó a la comunidad vienesa a dialogar con expertos del gobierno, grupos de reflexión y la sociedad civil para profundizar en las recomendaciones presentadas por el informe.

Su Excelencia Olga Marta Sauma Uribe, Representante Permanente de Costa Rica ante las Naciones Unidas en Viena, subrayó que los crecientes presupuestos militares son una amenaza directa para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y socavan la propia noción de seguridad. Citó a Costa Rica como ejemplo de país que ha logrado la estabilidad y la seguridad sin gastos militares, invirtiendo en cambio en instituciones de justicia y desarrollo como parte de un enfoque de seguridad centrado en el ser humano. "El desarme es desarrollo", concluyó.
El Dr. Nan Tian destacó los costes económicos de los presupuestos militares excesivos, señalando que a menudo se financian a través de la deuda, creando una carga intergeneracional. Subrayó que tales gastos agravan las desigualdades sociales, en particular las disparidades de género, ya que las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por la falta de inversión en los sectores sociales.
El Sr. Lukas Wank, director de la plataforma austriaca Responsabilidad Global, subrayó la necesidad de estrategias de financiación innovadoras, proponiendo un papel más importante para la financiación basada en los resultados y una integración más estrecha de las consideraciones sobre el cambio climático con los debates sobre seguridad. También pidió una información pública más coherente sobre el impacto del gasto militar.
Lara Guedes Gonçalves Costa, profesional titulada del Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el Desarme (UNIDIR), recordó a la audiencia la importancia del compromiso de los jóvenes a la hora de dar forma a la política futura. Su observación de que "los presupuestos reflejan las prioridades" fue secundada por otros oradores y miembros de la audiencia. Añadió que "cada aumento del gasto militar conlleva un coste de oportunidad, y los jóvenes soportarán esos costes de forma más directa. Así que, si nos tomamos en serio el desarrollo sostenible, debemos tomar en serio a la juventud en el debate sobre el gasto militar."
El acto puso de relieve el apremiante imperativo moral y político de reequilibrar las prioridades mundiales. A medida que aumentan los presupuestos militares, también lo hace la responsabilidad de la comunidad internacional de abordar la pobreza, el hambre y la crisis climática. Un mensaje recurrente a lo largo del debate fue que la seguridad no debe entenderse únicamente en términos de poderío militar, sino también a través de la lente del desarrollo social, la justicia y la inversión en las personas. Los participantes también reflexionaron sobre la importancia de implicar en los debates a los responsables políticos de los países con los mayores presupuestos militares y de comprometer a la opinión pública y a las asambleas legislativas en la transparencia y la responsabilidad en la elaboración de los presupuestos.
La grabación en vídeo y el podcast del acto están disponibles en la página web de Educación para el Desarme de la UNODA.
