Antecedentes

En 2024, el gasto militar mundial alcanzó un máximo histórico de 2,7 billones de dólares, marcando el décimo año consecutivo de crecimiento. Mientras que la seguridad mundial ha seguido deteriorándose a pesar de este aumento de la inversión, esta trayectoria ascendente también ha coincidido con un dramático retraso en el progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y un marcado deterioro del medio ambiente.

Expresando su preocupación por estas tendencias en el Pacto para el Futuro, en el punto de acción 13 los Estados miembros me pidieron que realizara un análisis del impacto del aumento global de los gastos militares en la consecución de los ODS antes del final del 79º periodo de sesiones. El presente estudio responde a esa petición.

Guiado por la Carta de las Naciones Unidas, incluido su artículo 26, y como parte de los esfuerzos para promover la paz y la seguridad internacionales y el desarrollo sostenible, el estudio pretende ilustrar las compensaciones y los costes de oportunidad implícitos en los actuales patrones de gasto militar mundial, y ofrecer propuestas para un enfoque más equilibrado del gasto militar y el desarrollo que podría beneficiar a los países individuales y al planeta en su conjunto.

El estudio concluye con recomendaciones para replantear el enfoque global de la seguridad basándolo no en carreras armamentísticas sino en una carrera hacia un futuro sostenible para la humanidad sustentado en la diplomacia, la cooperación y la mejora de la gobernanza de la seguridad con una paz y un desarrollo sostenibles para todos en su núcleo.

2,7 tn de dólares

de gasto militar mundial anual en 2024

4 tn de dólares

déficit de financiación para el desarrollo

hasta 6,6 tn de dólares

de gasto militar mundial anual para 2035

7.1%

de disminución real de la ayuda oficial al desarrollo en 2024

Llamamiento a la acción

De cara al centenario de las Naciones Unidas, debemos recalibrar urgentemente las estrategias mundiales de seguridad y desarrollo para garantizar una paz y una seguridad duraderas para las generaciones actuales y futuras. Guiada por la dirección marcada por los Estados miembros en el Pacto para el Futuro, la comunidad internacional debe considerar las siguientes medidas:

1. Dar prioridad a la diplomacia, la resolución pacífica de las disputas y las medidas de fomento de la confianza para abordar las causas subyacentes del creciente gasto militar hasta 2030.
  • Como se subraya en mi Nueva Agenda para la Paz, la confianza, la solidaridad y la universalidad constituyen la base de las relaciones amistosas y de la cooperación entre las naciones y dentro de las sociedades. Restablecer estos principios es esencial para frenar el crecimiento del gasto militar.
  • Los Estados miembros deben ampliar activamente las medidas regionales y mundiales de fomento de la confianza, promoviendo la transparencia y el diálogo como herramientas esenciales para la prevención de conflictos y la consolidación de la paz. Es crucial reforzar la cooperación internacional a través de marcos diplomáticos y preventivos revitalizados. Las inversiones sostenidas en canales diplomáticos y mecanismos de resolución de conflictos deben convertirse en la piedra angular de la seguridad colectiva.
  • Para interrumpir la percepción de la inevitabilidad de la escalada del gasto militar mundial, se anima a los Estados miembros a iniciar un debate anual en la Asamblea General dedicado específicamente a revisar el estado del gasto militar mundial y los avances en los Objetivos de Desarrollo Sostenible hasta 2030.
2. Llevar el gasto militar al primer plano de los debates sobre desarme y mejorar los vínculos entre el control de armas y el desarrollo
  • Los organismos intergubernamentales clave, como la Comisión de Desarme de las Naciones Unidas y otros, deberían centrar algunos debates en el gasto militar y los vínculos entre desarme y desarrollo.
  • Se insta a los Estados miembros a que integren las consideraciones sobre desarme y control de armamentos en marcos más amplios de desarrollo sostenible, especialmente en la agenda post-2030.
3. Promover la transparencia y la rendición de cuentas en torno al gasto militar para fomentar la confianza entre los Estados miembros y aumentar la responsabilidad fiscal interna.
  • Promover medidas regionales de fomento de la confianza, como el intercambio de información sobre el gasto militar,para aumentar la transparencia, reducir las tensiones y los errores de cálculo, fomentar la moderación y desacelerar las acumulaciones militares.
  • Animar a los Estados a adoptar normas de gasto público y responsabilidad financiera en el sector de la defensa, incluidas auditorías internas y externas y la supervisión parlamentaria.
  • Promover un cambio hacia un comportamiento más responsable del sector privado, incluso en la industria armamentística, para apoyar el desarrollo sostenible y la participación de la sociedad civil en la elaboración de los presupuestos militares. Esto ayudaría a crear un círculo virtuoso de rendición de cuentas que genere confianza pública y abra oportunidades para reorientar los ahorros hacia prioridades de desarrollo sostenible.
4. Revigorizar la financiación multilateral para el desarrollo
  • Aprovechar el impulso generado por la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo para aumentar los recursos destinados a la Agenda 2030 y más allá.
  • Garantizar que las fuentes de financiación aborden el desarrollo sostenible y la paz. Esto requiere medidas concretas para ampliar el espacio fiscal, abordar los retos de la deuda de los países en desarrollo y reducir el coste del capital.
  • Junto con un firme compromiso con el multilateralismo, la cooperación internacional y la solidaridad mundial, la acción colectiva debe dar prioridad a la mejora de la movilización de los ingresos nacionales, al tiempo que se fortalecen los sistemas fiscales para la resiliencia a largo plazo. Esto debe incluir reformas fiscales progresivas, cuando proceda, junto con la intensificación de los esfuerzos para combatir la evasión fiscal, los flujos financieros ilícitos y la corrupción - en particular por parte de
    particulares con grandes patrimonios y empresas transnacionales- para garantizar una fiscalidad justa y eficaz. El objetivo final es recaudar y gastar los recursos necesarios de forma transparente y eficaz, en estrecha consonancia con el desarrollo sostenible.
  • Renovar el compromiso con la cooperación internacional ante la disminución de la ayuda oficial al desarrollo. La ayuda oficial al desarrollo es esencial para los países de renta baja y en desarrollo, ya que colma las lagunas de financiación en educación, sanidad, energías renovables e infraestructuras. Podría liberar recursos nacionales para que los receptores puedan afrontar los retos de seguridad y perseguir el desarrollo sostenible.
5. Impulsar un enfoque de la seguridad y el desarrollo sostenible centrado en el ser humano
  • Reconociendo que el desarrollo sostenible es la primera línea de defensa contra los conflictos, es crucial equilibrar el necesario gasto militar con inversiones sostenidas en las personas y el planeta. Los Estados miembros deben guiarse por un marco de seguridad multidimensional centrado en el ser humano. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible ofrecen un camino a seguir.
  • La paz duradera y el desarrollo sostenible dependen no sólo de la determinación de los Estados, sino también de la participación informada de la sociedad civil. En virtud de los principios de confianza, solidaridad y universalidad, la participación ciudadana y de la sociedad civil es esencial para garantizar que los escasos recursos públicos se asignen de forma que promuevan la dignidad humana, la justicia social y la Agenda 2030, para las generaciones actuales y futuras.

Leer el informe

Presentación a la convocatoria de ponencias del Secretario General

Para apoyar el análisis, la Oficina de Asuntos de Desarme publicó una Convocatoria de Documentos con el objetivo de fomentar el compromiso y la reflexión de las diferentes partes interesadas sobre la cuestión. Se recibieron un total de 57 contribuciones de los Estados miembros, el mundo académico, la sociedad civil y otras partes interesadas.

Las ponencias y reflexiones se tuvieron en cuenta en el análisis del Secretario General.

Lea todas las ponencias y reflexiones de los Estados miembros, el mundo académico, la sociedad civil y otras partes interesadas aquí.

Información adicional