La resolución 55/33 Ede la Asamblea General titulada “Estudio de las Naciones Unidas sobre la educación para el desarme y la no proliferación”, fue presentada inicialmente por México el 18 de octubre de 2000. Fue el resultado de una propuesta que los miembros la Junta Consultiva en Asuntos de Desarme del Secretario General aprobaron por unanimidad. La presidencia de dicho órgano fue ocupada por el experto mexicano y el Gobierno de México acordó presentar esta propuesta en la Primera Comisión sin modificar su contenido.
En la resolución se pedía al Secretario General que, con la ayuda de un Grupo de Expertos Gubernamentales, preparara un estudio sobre el desarme y la no proliferación con el objetivo de definir formas contemporáneas de educación y formación en materia de desarme y no proliferación, además de evaluar la situación actual de dicha educación y formación en varios niveles institucionales. También recomendaría formas de fomentar la educación y formación en desarme y no proliferación, examinaría los medios para utilizar nuevos métodos pedagógicos y recomendaría formas en que las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas pudieran coordinar sus actividades en materia de educación para el desarme y la no proliferación, e idear maneras de introducir este tipo de educación y formación en situaciones posteriores a conflictos.
Tras dos años de preparación, el 9 de octubre de 2002 se presentó el Estudio de las Naciones Unidas sobre la educación para el desarme y la no proliferación (A/57/124) a la Primera Comisión de la Asamblea General, en su quincuagésimo séptimo período de sesiones. El estudio se basa en los esfuerzos realizados en el pasado en materia de educación para el desarme, que considera parte fundamental de la educación para la paz, y pretende revitalizar dichos esfuerzos. Aborda nuevos elementos como el aumento de la importancia de la no proliferación de armas de destrucción en masa y armas pequeñas, además de las perspectivas de género en temas de seguridad. Su principal contribución fueron las 34 recomendaciones de acción para su aplicación por los gobiernos, las organizaciones regionales, las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, dirigentes religiosos y municipales. También pretende establecer una estrecha colaboración entre los expertos y la sociedad civil, incluidos los educadores y las instituciones académicas, principalmente en enseñanza secundaria y universitaria.
Los informes bienales del Secretario General sobre educación en materia de desarme y no proliferación están disponibles en el sitio web sobre la educación para el desarme de la OADNU.