En el marco de la Novena Conferencia de Revisión de la Convención sobre las Armas Biológicas (CABT), el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe (UNLIREC) presentó el Estudio regional “La no proliferación de armas biológicas: desafíos y oportunidades para la América Latina y el Caribe”.
El nuevo estudio brinda un panorama general sobre los avances que los Estados de dicha región hicieron en la adopción de marcos legales nacionales y medidas prácticas para implementar sus compromisos internacionales contra la proliferación de armas biológicas y toxínicas, en especial la Convención sobre Armas Biológicas y la Resolución 1540 (2004) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Este también brinda una serie de recomendaciones para fortalecer la no proliferación de armas de destrucción en masa.
Los riesgos biológicos pueden tener origen en un brote natural, en una liberación accidental o negligente, o en un ataque biológico deliberado. En todos los escenarios, los compromisos globales y las medidas nacionales efectivas son de gran importancia para prevenir dichos riesgos.
El estudio regional de UNLIREC, financiado por España, pretende ser una herramienta útil para que los Estados de América Latina y el Caribe fortalezcan sus compromisos en la no proliferación de armas biológicas y toxínicas, lo que también puede contribuir a prevenir, abordar y responder de manera adecuada a las potenciales epidemias y pandemias.
Frente a ello, el estudio propone medidas que los Estados pueden adoptar, como la elaboración de listas de control y listas operativas de bienes y tecnología de uso dual, que pueden emplearse en la medicina e industria, pero también para fines ilegítimos como el desarrollo de armas de destrucción en masa.
La publicación también hace hincapié en cómo las medidas de fomento de confianza pueden contribuir a una mejor y más transparente aplicación de la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas, así como de su destrucción, en virtud de la Convención sobre Armas Biológicas de 1972. Estas medidas promueven el intercambio de información entre los Estados Parte de la Convención sobre brotes de enfermedades infecciosas, instalaciones de producción de vacunas, medidas legislativas y reglamentarias, entre otras.
Finalmente, el estudio también pone énfasis en la importancia de crear conciencia en la industria y la academia dentro de su rol en la mejora de capacidades nacionales para implementar las obligaciones en no proliferación.
El estudio “La no proliferación de armas biológicas: desafíos y oportunidades para la América Latina y el Caribe”, ya está disponible.
Para descargar el estudio ingresa AQUÍ.